martes, 9 de octubre de 2012

Poesía y Coca Cola

                                  

Se necesitan malos poetas.
Buenas personas, pero poetas malos.
Se necesitan Carlos y Robertos que escriban,
gente que cante al amor adolescente,
al autito que nunca lo dejó,
a la Coca light.

En los barcos, en las pizzerías, en los barrios y en los flippers,
se buscan poetas
Funcionarios, consultores,
todo eso sobra.
Faltan poetas.
Los mil, los diez mil malos
Cada uno con su orgullo,
cada uno armado con su poemita impublicable
Se necesitan
para que broten nuevos sentimientos sencillos,
nuevos pensamientos inútiles,
que hagan estallar sobre nosotros
las diez mil flores del poema.
 

 
   Hace tiempo Coca Cola light presentó su comercial en Argentina “poetas malos” basado en un poema de Rodolfo Enrique Fogwill y filmado por su hijo Andy fogwill.  En él vemos una pareja disfrutando de una de sus citas y, como una persona romántica que intenta enamorar a su pareja, el chico saca una hoja y se pone a recitar un poema escrito por él. Sin embargo nosotros no lo escuchamos, tan solo leemos unos pocos versos ya que es el el poema de Fogwill, algo cambiado a la realidad, el que nos recitan. En esta versión vemos un homenaje a todos los que se atreven a dedicar palabras de amor, convencidos de su arte, pero que, a pesar de su mala composición, despiertan ternura y levantan más de una sonrisa. Coca-Cola Light non invita a vivir con alegría, a vivir con menos prejuicios y a disfrutar de las pequeñas cosas. Simplemente vivir con aquellas cosas que nos hagan reír.

NECESITAMOS MÁS POESIA, NECESITAMOS DISFRUTAR MÁS.



1 comentario:

  1. “Te escribí algo…
    tu amor es… una lágrima,
    con sabor a miel,
    tienes dos perlas por ojos y…”

    “Se necesitan malos poetas -flores por piel-
    Buenas personas, pero poetas malos.
    Se necesitan Carlos y Roberto que escriban…
    gente que cante al amor adolescente,
    al autito que nunca lo dejó,
    a la coca light.

    En los bancos, en las pizzerías de los barrios y en los flippers…
    se buscan poetas.
    Funcionarios, consultores, todo eso sobra;
    faltan los poetas,
    los mil, los diez mil malos,
    cada uno con su orgullo,
    cada uno armado con su poemita impublicable…
    se necesitan,
    para que broten nuevos sentimientos sencillos,
    nuevos pensamientos inútiles,
    que hagan estallar sobre nosotros…
    las diez mil flores del poema.”

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